Para celebrar con imagenes, luces y colores el cumpleanos 25 de la Escuela Internacional de Cine y TV (EICTV), el fotografo colombiano Nicolas Ordonez Carrillo presenta su serie mas reciente, que se titula eXtras y se dedica a visibilizar algunos de los egresados de esta institucion, a sus preciados maestros, y por supuesto a la infinidad de universos posibles, imaginarios, reales, delirantes que seguiran erigiendose en las inmediaciones de la finca San Tranquilino. Procedentes de los mas disimiles paises del planeta, nuncios iluminados por los destellos de las diversas etapas en una historia de cinco lustros, los protagonistas de estas fotografias normalmente trabajan detras de camaras, pero aceptaron el juego de ser mirados, observados, aureolados por el lente de Nicolas, y asumen con gusto el papel de postmodernos demiurgos atentos a la recreacion de poderosos mitos en la comunicacion cinematografica, televisiva, publicitaria, audiovisual. La campina que rodea la Escuela, sus instalaciones y espacios, constituyeron el gran foro donde se ambientaron estos homenajes ligeramente disociados de sus referentes. Porque los cineastas egresados decidieron protagonizar simulacros de peliculas, escenas inventadas, o parecidas a otras que a lo mejor se hicieron alguna vez, o quizas se quedaron dando vueltas en las gavetas de alguna productora. Es como la puesta en foto de secuencias rodadas solo en la imaginacion. A partir de referencias provenientes de la historia del arte, el bombardeo mediatico, o las ensonaciones privadas, y compartidas, por el miron y el mirado. Teoria e historia del arte a un lado, estas fotografias ilustran tambien una galaxia de cristales capturados, epifanias estaticas, actitudes y aspiraciones humanas que retan los limites del tiempo y del espacio. Joel del Rio Critico de cine cubano ---------------------------------------------------------- To commemorate the 25th anniversary of Cuba's International Film and Television School (EICTV), Colombian photographer Nciolas Ordonez Carrillo brings us portraits of its graduates, teachers and the infinite universe, both real and imaginary, that continue to take shape in and around the countryside of San Tranquilino. For the last quarter of a century, students have been coming here from every corner of the globe, except that this time those who usually work behind the camera agreed to be "eXtras" for Nicolas as they reenacted scenes from movies past and present, improvised or recalled takes from films of their own that have yet to see the light of day in this homage that could be perceived as somewhat detached from its subject matter. Thus, sequences shot only in the imagination come to life in a series of photographs that reveal the aspirations of filmmakers determined to defy the boundaries of time and space. Joel del Rio Cuban Film Critic